Códigos QR para perros y gatos
Restaurantes, lápidas o animales de compañía... el código pixelado cada vez es más popular aunque los expertos advierten que la inmensa mayoría no se hacen bien
Del clásico billete de avión a la chapa
veterinaria o a la lápida
funeraria. El uso de códigos QR cada vez abarca más productos y servicios en
España, en parte gracias al auge de los smartphones, y es fácil encontrar estos
códigos pixelados en vallas publicitarias, en objetos de lo más variado y en
multitud de servicios. Incluso ya es posible hacer la compra desde la estación
de tren con tan solo un teléfono móvil. Pero a pesar de la explosión del
servicio, los expertos advierten que el uso de códigos
QR sin una buena estrategia de marketing que invite a usarlos
disminuye mucho su potencial.
“En el metro de Tokio se pueden comprar
verduras a través del código QR y
vimos que tenía muchas posibilidades”. Así empezó a expandirse la empresa
catalana Estudi 13, explica Santi Busquets, su director comercial. Llevan
cuatro décadas dedicados a la fundición y confección de trofeos y medallas y
desde hace medio año han abierto una pequeña vía de negocio llamada QR-Estudi: placas
metálicas con el código QR grabado. “Hemos
juntado la parte informática y la de los grabados en láser”, resume Busquets a LaVanguardia.com. La empresa, con sede en Terrassa,
estrenó hace unos días su servicio con un sistema de lápidas codificadas en el
cementerio barcelonés de Les Corts y ya están trabajando con clínicas
veterinarias en un servicio en el que la chapa de los animales de compañía
contenga un código que albergue toda la información relevante sobre la mascota.
“La idea es que el veterinario los regale a los clientes para que el animal
pueda llevar todo su historial encima”, explica el empresario.
Pero no son los únicos que quieren aplicar el
código QR a los animales. A modo de ejemplo –ya que hay varias propuestas en la
misma línea- la empresa Winkstore, dedicada a la comercialización de accesorios
de mascotas también ha ideado un sistema para que el código vaya incrustado en
el arnés del perro.
Y además de en el
campo de la veterinaria, Estudi 13 trabaja para poder introducir este mismo
sistema en museos y también en las medallas de eventos deportivos: “A través
del código el propietario del trofeo podrá acceder a datos de la carrera,
vídeos, etc”, detalla el director que también señala que el servicio que ellos
ofrecen descarga directamente información y “no hay que ir a ninguna web”.
Con esta voluntad de introducir los códigos
bidimensionales en la vida cotidiana, también la cadena Sorli estrenó en
septiembre un supermercado virtual con códigos QR en
la estación de ferrocarriles de Sarrià (Barcelona): un plafón con el dibujo de
los productos ofertados con un código al lado que permite hacer la compra a la
vuelta del trabajo con la ayuda de un móvil. También algunas editoriales han
empezado a introducir el código entre las páginas de sus libros.
La importancia de la estrategia
Y a pesar de la popularización de estos códigos, que ya se usan en eventos de todo tipo o en botellas de vino, los expertos en marketing señalan la importancia de elaborar una estrategia previa para que sean usados y efectivos. Es lo que cree Juan Ángel Poyatos, Director creativo de Selenus, una empresa de comunicación especializada en marketing móvil. La empresa empezó a explotar los códigos QR “cuando todavía en España nadie los conocía” pero creen que este sistema no se está usando de la mejor manera: “No se trata solo de colocarlo en un cartel y esperar que la gente lo vaya a escanear”, explica.
Y a pesar de la popularización de estos códigos, que ya se usan en eventos de todo tipo o en botellas de vino, los expertos en marketing señalan la importancia de elaborar una estrategia previa para que sean usados y efectivos. Es lo que cree Juan Ángel Poyatos, Director creativo de Selenus, una empresa de comunicación especializada en marketing móvil. La empresa empezó a explotar los códigos QR “cuando todavía en España nadie los conocía” pero creen que este sistema no se está usando de la mejor manera: “No se trata solo de colocarlo en un cartel y esperar que la gente lo vaya a escanear”, explica.
Lo mismo opina Javier García Oltra,
responsable de Pro Solutions, una
empresa valenciana que lleva tres años trabajando con agencias de publicidad y
marketing en el sistema de códigos QR. Para García Oltra muchas agencias de
comunicación no han sabido sacar partido a estos códigos ya que a menudo se
sitúan en lugares en los que es complicado su escaneo como colocarlo en una
revista de vuelo cuando el móvil debe estar apagado en ese contexto o en un
cartel colocado detrás de un autobús.
El director creativo
de Selenus también cree que se ha generalizado “el uso” de los códigos QR pero
no la “utilidad” porque hay muchos que “nada más” llevan a una web que además
no está adaptada. Y la supuesta mala gestión de los códigos por parte de las
empresas se ha recogido en un estudio encargado por Selenus. En una muestra de
75 empresa usuarias, un 69% reconoce que no tiene estrategia. “Han puesto el
código porque sí”, valora Poyatos. En este sentido, el hecho que un usuario
pueda crear fácilmente este código fundamenta la idea de que, a menudo, se usan
sin un fin claro.
¿Tiene los días contados?
A pesar de su auge, algunos ya han puesto “fecha de caducidad” a este sistema porque otras tecnologías podrían remplazarlo y también porque ven que el código QR únicamente como un enlace, detalla Poyatos que no obstante, opina que pensar así es “simplificar” mucho el potencial del código. Lo importante para los expertos es elaborar la estrategia y el contenido desde el punto de vista del usuario para que sea un reclamo –y así el usuario tenga la necesidad de escanearlo- y también aporte valor y contenido interesante.
A pesar de su auge, algunos ya han puesto “fecha de caducidad” a este sistema porque otras tecnologías podrían remplazarlo y también porque ven que el código QR únicamente como un enlace, detalla Poyatos que no obstante, opina que pensar así es “simplificar” mucho el potencial del código. Lo importante para los expertos es elaborar la estrategia y el contenido desde el punto de vista del usuario para que sea un reclamo –y así el usuario tenga la necesidad de escanearlo- y también aporte valor y contenido interesante.
FUENTE: http://www.lavanguardia.com
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