lunes, 19 de noviembre de 2012

ALIMENTOS QUE NO DEBEMOS DAR A NUESTRO PERRO

ALIMENTOS QUE NO DEBEMOS DAR A NUESTRO PERRO

Os citaré algunos alimentos que no debemos darle a nuestras mascotas porque con ello les evitaremos muchos problemas.


El chocolate es peligroso para el perro debido a uno de los componentes del cacao, la teobromina, que le resulta muy tóxica y una dosis de 100 gramos para un animal, con un peso de alrededor de los 15 kilos, puede tener graves consecuencia.

La cebolla contiene sustancias que atacan a los glóbulos rojos del perro, por lo que le puede provocar anemia, problemas respiratorios y debilidad. La cebolla es un ingrediente habitual en nuestras comidas, así que si el perro se alimenta con sobras y comida casera, la ingerirá y no le sentará bien. Es por ello que no es recomendable la comida casera, porque contiene ingredientes y sustancias que no resultan saludables para el perro y no tenemos en consideración las necesidades nutricionales del animal según su edad, raza, tamaño o estilo de vida.
Si el perro toma alimentos en mal estado, como por ejemplo de la basura, puede padecer diarrea y vómitos
El alcohol. Cualquier bebida con alcohol, por pocos grados que tenga puede acarrear serios problemas de salud para el perro. Ofrecer al animal cerveza o vino es una irresponsabilidad de graves consecuencias.

Los productos lácteos. La leche contiene lactosa, que en grandes cantidades el organismo del perro no asimila bien. El perro no tiene la enzima encargada de digerir la lactosa y por ello le puede provocar problemas digestivos, que se pueden traducir en una intoxicación que cursa con vómitos y diarreas.

Los huesos. El perro y el hueso se asocian de manera casi instintiva. Nos lo cuentan en las películas y en los cuentos, pero la realidad es que pueden resultar muy peligrosos, porque se pueden quedar atravesados en el aparato digestivo y provocar perforaciones estomacales. Estas situaciones pueden precisar intervención quirúrgica. Una de las cosas que más les gustan a los perros de los huesos es el poder mordisquearlos, así que para satisfacer ese instinto se le puede dar un hueso específico para ello, que se puede encontrar en las tiendas y secciones de venta de accesorios para perros.

Premios inadecuados. Las recompensas alimenticias por la obediencia y buen comportamiento del perro deben ser las correctas en cuanta a cantidad y calidad. Es decir no se le puede ofrecer un trozo de carne, queso, jamón o chorizo porque se acabará malacostumbrando al perro, que siempre irá a la mesa a pedir. Su dieta se desequilibrará y, de prolongarse en el tiempo esta situación, puede provocar obesidad y problemas gastrointestinales Los premios alimenticios no tienen que ser excesivos, es decir en momentos muy puntuales y con productos específicos para el perro, como por ejemplo unas galletitas.

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